Hace poco vi un post en redes sociales con un mensaje interesante en el que se cuestionaba el hecho de promocionar con tanto énfasis la idea de soltar.
El post explicaba que está muy de moda aprender a soltar pero se nos olvida sostener, reparar y no salir huyendo cuando las cosas se complican.
Me pareció un llamado de atención pare tener en cuenta porque ciertamente nos puede parecer igual de acertado aplicar en las relaciones de pareja los paradigmas actuales que tenemos a nivel laboral y a nivel tecnológico en donde la gran velocidad y la alta capacidad de adaptación son tan importantes. De hecho aparecen retos como "retención de clientes" y más recientemente la "retención del talento humano".
En las relaciones de pareja las cosas son distintas. Si bien como sociedad hemos evolucionado con inmensos cambios que buscan elevar nuestra calidad de vida y nuestra comodidad con nuevos productos y servicios, a nivel personal somos los mismos humanos con necesidades emocionales similares, salvo que quizá ahora estamos más llenos de miedo que antes porque nos sentimos mas vulnerables y profundamente solos.
Sin embargo al final del día somos las mismas almas buscando ser felices y realizarnos en todos los aspectos. Por tanto eso de aprender a soltar hay que mirarlo con cuidado para no caer en extremos que no nos convienen.
¿Cómo lograr un buen balance entre soltar y retener? ¿Por qué es importante tener un equilibrio entre los dos conceptos en la práctica dentro de las relaciones afectivas?
Quiero dar algunas ideas sobre el tema a continuación y especialmente tips para practicar ambos comportamientos de forma balanceada.