Dime qué hablas y te diré qué relación construyes

Creo que para nadie es un misterio que los problemas de comunicación son una de las causas más comunes de ruptura de las relaciones de pareja.

¿Es que las palabras tienen tanto poder como se dice?, ¿de cuál comunicación nos hablan cuando dicen que "problemas de comunicación en pareja"?, ¿por qué parece ser tan complicado comunicarnos? ¿qué podemos hacer para no caer en errores de comunicación que dañen nuestra relación?

De eso se trata esta nueva entrada que con todo cariño he escrito para ustedes, ¡bienvenidos!

¿De qué se trata la comunicación en pareja?

Hablar de comunicación es hablar de todo un universo de asuntos que se mueven sin que nos demos cuenta en cada instante de nuestra vida porque comunicarnos es parte de nuestra naturaleza relacional como humanos.

Precisamente por esa esencia relacional de la que estamos hechos, resulta al menos inquietante que nos cueste tanto saber comunicarnos. El caso es que las estadísticas así lo señalan y entonces nos corresponde aprender a comunicarnos porque parece que se nos olvidó.

La comunicación en general se trata de compartir nuestras ideas con otro o con otros, de poner en común nuestras emociones, sentimientos, experiencias, anhelos, perspectivas y pensamientos. Acá nos aparece un primer asunto a tener en cuenta y es que al comunicarnos no se trata de que todos pensemos o sintamos igual sino de que en la diferencia podamos construir acuerdos y encontremos puntos de confluencia, no de divergencia.

Para redondear entonces la comunicación es el puente que nos permite cimentar las relaciones bien sea de pareja o de amistad o de compañeros o de equipo de trabajo.

Pero, ¿qué es lo que pasa con la comunicación que se hace tan dificil?

Para empezar, porque la comunicación en pareja tiene cinco niveles: sexual, emocional, intelectual, espiritual y trascendental, y resulta que no estamos cumpliendo ni con lo básico que es el uso de palabras positvas y saludables.

Lo digo con conocimiento de causa porque en consulta, en los entrenamientos y en las aulas de clase he visto por décadas enteras cómo es que cerca del 95% de las palabras que se usan en la cotidianidad en Colombia son palabras negativas.

Adicionalmente, pasa tanto en pareja como en otros escenarios que usamos la comunicación como instrumento para otras cosas que no son compartir o poner nuestras ideas en común.

Así pues, terminamos hablando desde nuestro ego y no desde nuestra autenticidad y hablamos con intenciones conscientes o inconscientes de que el otro piense o sienta lo que nosotros queremos que piense o sienta, vulnerando el principio de libertad que todo ser humano tiene.

Por consiguiente muchos de nuestros diálogos están lejos de ser una danza de dar y recibir para construir una realidad conjunta, sino que se convierten en campos de batalla donde alguien tiene que ganar. Y ¿qué es lo que gana quien gane? pues gana el "tener la razón".

En el terreno de la relación de pareja es todavía más complejo ese peligroso juego de querer tener la razón porque tras eso está, inconscientemente, un querer dominar al otro, máximo si ninguno de los dos ha hecho un trabajo de unificación interior ni toma de consciencia. 

El dominio del otro y las estrategias que nos inventamos para poner afuera toda esa energía pesada y destructiva de nuestra propia sombra, van de un lado a otro en cada diálogo para dañar al otro, para demoler la confianza por pedazos y para aniquilar el amor a pasos agigantados.

No estoy exagerando para nada, eso es lo que ocurre en la comunicación en medio de las relaciones tóxicas y las estadísticas nos están mostrando que casi el 90% de los jóvenes en Colombia ha vivido o vive en una relación de pareja (de noviazgo, no de convivencia o matrimonio), en medio de maltrato verbal o de maltrato físico o sexual.

El poder de las palabras

Aunque el proceso de comunicación interpersonal con nuestra pareja no sólo tiene palabras, sino que tiene gestos, posturas corporales, caricias físicas, silencios, suspiros, miradas y un tono de voz que puede incluso variar en cada situación, la verdad es que las palabras tienen un poder inmenso.

Todos los estudios de diversos investigadores como Masaru Emoto o los científicos de la física cuántica nos hablan de que todo en el universo es vibración y por tanto la palabra tiene una carga de energía determinada. De ahí que una palabra en un momento dado y en una situación determinada lo cambia todo.

Por ejemplo, los experimentos de Masaru Emoto demostraron cómo una palabra hace que las moléculas del agua cambien por completo. De modo que las palabras no se las lleva el viento como dicen por ahí. Las palabras dejan huella y tienen el poder de influir positiva o negativamente. 

Un "buenos días", un "cariño me encanta como luces hoy" un "te amo hoy más que ayer" son palabras que definitivamente construyen puentes de amor y de cordialidad en la pareja.

Una sola palabra puede ayudarnos a sanar o a herir a nuestra pareja, por eso si no tienes algo bueno que decir, mejor quédate en silencio.

De manera que ciertamente es urgente educarnos para que usemos palabras positivas en lugar de palabras agresivas, de modo que los cinco niveles de comunicación de la pareja sean cada vez más posibles y fáciles de construir. 

Solo cuando tenemos un uso de palabras positivas podemos hablar de un entorno que favorece la comunicación saludable y de una comunicación que ayuda a evitar las malinterpretaciones, los juicios y la promoción de una administración inadecuada de las emociones. 

Tips para no caer en errores de comunicación verbal con la pareja

1. Si no tienes nada bueno que decir, guarda un respetuoso y amoroso silencio hasta que encuentres algo positivo para aportar. 

2. Cuida tus pensamientos porque ellos se convierten en palabras, cuida tus palabras porque ellas se convierten en tu destino. Si estás todo el tiempo sacando cosas negativas, la relación que construirás con tu pareja será necesariamente tóxica.

3. Piensa muy bien antes de hablar y si estás bajo presión o en un momento de emotividad, cuenta hasta 10, toma agua, da un paseo o haz algo para calmarte antes de soltar una sola palabra de la que después te arrepentirás el resto de tus días.

4. Procura tener todos los días palabras lindas y positivas con tu pareja porque con ellas se nutre la relación y el amor. Recuerda que nutrir la relación cada día y mantener el amor vivo y a salvo es parte de nuestra responsabilidad en pareja. 

5. Habla en los momentos oportunos y si tus palabras han de ser sobre temas dificiles de tratar, busca la forma de ser claro, sin dejar de ser dulce y amoroso.

6. Ten en cuenta por qué medio hablas. No es lo mismo hablar personalmente que hablar a través del whats app, del celular o de cualquier otro medio. El impacto de las palabras puede ser muy diferente.