¿Cuántas veces hemos escuchado de divorcios por diferencias irreconciliables?
La convivencia es una prueba de fuergo para la mayorìa de las parejas. Que no te agarren las sorpresas y las decepciones,. Pero sobre todo que tu relación se fortalezca en la convivencia, en lugar de deteriorarse.
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Ciertamente habrá casos en donde ambos se dieron cuenta de que tenían valores diametralmente opuestos o casos en los que alguno de los dos evolucionó dejando atrás a su pareja.
Sin embargo estoy convencida de hay otro grupo de personas que cuando mencionan esas "diferencias irreconciliables" lo que en verdad quieren decir es que su relación se deterioró debido a una exagerada e inmanejable acumulación de pequeños asuntos de convivencia que fueron creciendo y creciendo hasta convertirse en insoportables.
¿Qué podemos hacer para evitar las decepciones en la convivencia?
¿Cómo armonizar nuestra cotidianidad en pareja?
De eso comparto en la nueva entrada de mi blog, bienvenidos.
LA SANA CONVIVENCIA EN PAREJA
Si nos cuesta a veces entendernos a nosotros mismos, qué diremos de la comprensión mutua en pareja.
Como lo he mencionado en otras entradas de mi blog, si queremos una relación de pareja sana y de largo plazo nos toca hacer la tarea de autoconocimiento para tener las bases firmes donde cimentarla.
Ahora bien, cuando la relación de pareja pasa al siguiente nivel donde se genera la convivencia, entonces si que es cierto que hay que tener varios aspectos presentes para fluir en armonía y sin complicarse la vida. Acá te comparto los aspectos que considero importantes:
1. Construir la relación antes de la convivencia.
Quienes me han seguido en este blog y en mis redes sociales saben que lo que escribo va está inspirado en mi experiencia y en la experiencia de decenas y decenas de historias de amor que he conocido. De manera que acá no hay moralismos sino comentarios del alma y aspectos prácticos que apunten al desarrollo de relaciones inspiradoras y llenas de gozo.
Te digo eso porque mi primera sugerencia es que procuren desarrollar la relación sin convivir por un tiempo. Sean amigos, disfruten de hobbies o de espacios juntos, rían y conózcanse desde el alma para que construyan su relación desde la base llamada confianza.
Quizá te preguntes ¿cuánto tiempo debería pasar para llegar a la convivencia?
Mi respuesta es: el tiempo que necesite la pareja para sentirse en plena y total confianza de ser cada uno como es, sin máscaras ni mentiras.
2. Tener normas de convivencia.
Todo el universo es ordenado, así que si queremos vivir una vida plena es importante tener un orden. Eso implica crear ciertas normas de convivencia que no son impuestas desde uno de los dos hacia el otro, sino que son acuerdos que se hacen juntos.
Sugiero que en las normas se incluyan todas las cosas que a los dos les parecen indispensables para sentirse en bienestar. Cosas que van desde la hora en que quieren comer hasta cómo dejar el baño después de la ducha o quien, cómo y cuándo se va a limpiar la casa.
Piensen en el escenario en que algo que no les gusta suceda en la cotidianidad. Entre más sinceros sean sobre lo que les molestaría que pasara en la cotidianidad, mucho mejor.
Es importante también que las normas se formulen desde el principio de la convivencia para que se genere la disciplina y la dinámica de relacionamiento basada en el orden y en la claridad.
Sin embargo, como toda norma, las normas de convivencia de la pareja no están escritas en piedra y podrán ser revisadas cada que sea necesario porque pueden surgir aspectos que se olvidaron o pueden resultar pequeños ajustes futuros.
3. Hablar de los hábitos o las situaciones particulares.
En la convivencia sale todo lo que somos, así que es interesante ser sinceros también con esos hábitos casi secretos que cada uno tiene o esas situaciones particulares que ven en su diario vivir que podrían no resultar agradables a los demás.
Me refiero a esos caprichos, manías o situaciones particulares que están en nuestra vida cotidiana de solteros y de las que normalmente nunca hablamos con la gente, como puede ser que te guste quedarte en pijama todo el día cuando es domingo o que roncas y de vez en cuando babeas la almohada en las noches.
4. Respeto por la individualidad y los espacios a solas.
Por más que ames a tu pareja, no quiere decir que vas a estar pegado como un chicle a ella. Hay espacios de soledad fundamentales que cada quien tiene y necesita.
Así mismo hay momentos de compartir con otras personas que no son necesariamente tu pareja, como pueden ser tus compañeras del colegio o tus compañeros de ciclismo. Si has tenido esos espacios antes de convivir con tu pareja, no tienes porqué renunciar a ellos. Habla con claridad de cuáles son los momentos a solas que usualmente necesitarías y cuáles grupos o amistades deseas frecuentar y con qué regularidad lo quieres hacer.
5. Creen un espacio especial de feedback de la convivencia.
A veces nos da temor hablar con sinceridad por miedo a "perder a la pareja". Recordemos que no perdemos a nadie porque nadie nos pertenece.
Pensemos mejor que todos los días aprendemos juntos en pareja y crecemos en nivel de conciencia. Entonces creen un espacio que puede ser un café juntos cada mes para hablar de cómo se han sentido en la convivencia.
Permítanse hablar de todo lo bonito, lo agradable y también de todo lo que se puede mejorar.
LA PAREJA CON TERCERAS PERSONAS
En estas épocas donde se pueden encontrar fácilmente los hijos de ella, los hijos de él, los hijos más pequeños que son de los dos o situaciones con terceras personas que no son la pareja, mi sugerencia es que la pareja se fortalezca espiritualmente y que construyan desde la base de una sólida confianza para que nada ni nadie pueda negociar o cambiar las normas de convivencia que ustedes acuerden.
Es decir, la convivencia en pareja con otras personas debe hacer posible el respeto por lo que la pareja decidió en la convivencia y no al contrario.
Entre más sólida esté la pareja, más fácil será poner sanos límites a quienes se quieran pasar las normas de convivencia.
La otra sugerencia es que se dialogue para que todos puedan comprender el porqué de las normas y las acepten. Incluso puede haber lugar a una escucha de ideas de los otros que luego la pareja discutiría a solas para verificar si es posible hacer ajustes a las normas o no.
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
La convivencia es simplemente el momento de prueba de qué tan auténticos hemos sido y de qué tan real es el amor que decimos sentir hacia la pareja.
Entre más sinceros seamos mucho mejor y la clave es tener respeto por el otro junto con normas claras, amorosas y completamente acordadas por la pareja.
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