¿Te ha pasado que cuando te hablan de amor de verdad, tu mente se imagina las películas románticas y de inmediato te dices "eso no existe en la vida real?
Ciertamente muchas de esas películas románticas de Netflix o del cine de Hollywood están cargadas de patrones de relacionamiento que no existen en la realidad. Más aún, no concuerdan con lo que es verdaderamente el amor.
El amor está lejos de ser dramático. Tampoco es ese novelón romántico donde queramos hastiados de tanto color rosa.
Pero...entonces ¿Qué es el amor? Dejame te digo tres verdades sobre el amor que cambiarán tu forma de verlo para siempre.
En ningún momento culpo a los cineastas ni a los productores de los contenidos multimedia que hablan sobre un amor romántico o dramático, ellos solo replican lo que tanto ellos como nosotros hasta ahora hemos comprendido sobre el amor.
Hemos tenido unas ideas completamente distorsionadas del amor y por eso nos cuesta vivirlo plenamente.
He aquí les tres verdades sobre el amor.
El amor es único y universal, no es cambiante.
Lo que cambia es el ciclo vital de cada ser humano que evoluciona y se transforma para ser cada vez mejor. Junto con esa metamorfosis que vive, se pule con los años la expresión del amor.
El ser humano que avanza en su evolución comprende cada vez más claramente que el amor es paz, orden, armonía, alegría y bienestar. Por tanto cuando no están esas emociones entonces no está el amor, así de simple.
Si tu aún no has llegado a esa sensación de paz dentro de ti y con tu pareja, sino que posiblemente experimentas sosobra, angustia, celos, deseos de controlar al otro y decepciones, entonces aún te falta por recorrer camino porque hasta ahora te has movido sin darte cuenta desde el miedo que es el contrario del amor.
Pero no quiero que te sientas mal por eso. TODOS hemos pasado por allí, es parte de nuestro aprendizaje.
Más adelante comprenderás que el amor no se complica con emociones de baja vibración ni se pone a manipular a nadie ni sufre por nadie.
El amor es para siempre. Por supuesto, lo que no necesariamente es para siempre es cada relación.
Precisamente porque quedamos muy bien entrenados desde niños para sentir miedo en lugar de amor, entonces nos toca cruzar por distintas experiencias donde vamos superando diferentes aprendizajes y nos vamos puliendo como diamantes.
Haz de cuenta que somos como cebollas que nos tienen que pelar. Cada relación por la que pasamos y en donde ciertamente sellamos los aprendizajes, significa una capa menos de miedo que nos quitamos de encima.
No me malinterpretes. No estoy diciendo que te vuelvas un "don Juan" ni que vivas en la promiscuidad con el pretexto de que estás aprendiendo.
Lo que estoy diciendo es que nos toca a veces pasar por diferentes parejas a lo largo de nuestra vida para llegar a vivir el amor de verdad.
No significa que tengas que llegar a viejo para poder vivir el amor, solo que deberás aprender de verdad en cada paso y lo puedes hacer desde joven, depende de ti y de tu trabajo interior.
En algunas familias y culturas está muy marcada la idea de que tienes que estar para siempre con la misma persona. Ya sabes que esa es una creencia que nos toca soltar.
Dependiendo de cada persona, cada cual va en la espiral del amor, aprendiendo paso a paso de qué se trata amar de verdad y para lograrlo debe atravesar por ciertas experiencias y relaciones que le darán más claridades sobre lo que es y lo que no es amar.
Entre más fluido o fluida estés en sensaciones de paz internas, más fácilmente atraerás el amor de verdad a tu vida.
El amor se expresa de forma simultánea en los cuatro matices que describieron los griegos: storgué, erótico, filial y ágape.
Por lo tanto es completamente falsa creencia de que cuando te comprometes en una relación se acaba el erotismo. No, todo contrario. Cuando te comprometes lo que pasa con tu relación es que tienes cuatro áreas para disfrutar con tu pareja y eso enriquece la comunicación en el campo de la sexualidad.
Lo que habitualmente nos hemos creído del amor es que es sexo. Pero el amor no es sexo, de hecho el amor se expresa con la sexualidad que es mucho más placentera y profunda.
Cuando tienes un trato amable y una sensación de cordialidad en la palabra, el gesto y el comportamiento cotidiano (storgué), sumado a la complicidad de sentirte apoyado y valorado por tu pareja (filial), la expresión erótica es mucho más completa.
Además de esos tres matices del amor está el ágape que pareciera imposible en una pareja, pero que es perfectamente posible. Es más nos es correspondiente como raza humana.
Lo que pasa es que venimos de ancestros que se casaron por necesidad económica o que estuvieron unidos porque las familias tenían acuerdos para que los hijos continuaran con los negocios, y otras tantas historias donde hubo intereses de por medio, no amor.
El ágape es cuando decides estar con tu pareja pase lo que pase porque, aunque ambos tienen la plena libertad de irse cuando quieran, han decidido quedarse para construir esos tres proyectos de vida: el de ella, el de él y el de los dos.
El ágape significa que tu apoyas y acompañas a tu parejas incondicionallmente y ella a ti.
Es posible que pienses que todos estos matices del amor no son viables en el mundo real.
Te entiendo. No es fácil comprender el amor de otra manera cuando lo han reducido al sexo instintivo o en algunos casos a creer que era la tabla de salvación para una vida solitaria o poco próspera.
Créeme que paso a paso todos los seres humanos comprenderemos que es posible y lo experimentaremos.
De hecho justamente ahora, tu y yo y toda la humanidad está avanzando a una velocidad gigantesca hacia la experiencia cotidiana de estas tres verdades del amor.
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Deseo que fluyas en el amor y que experimentes los 4 matices del amor en simultánea!!!!
Un abrazo grande!!!
Publicado en Inteligencia emocional, Afecto y amor
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