EL DINERO Y LA RELACIÓN DE PAREJA (1)

Todos hemos conocido alguna historia de pareja que se fue a pique por el manejo de los recursos financieros. ¿Cómo hacer para lograr una sana administración de los recursos en pareja? ¿Cuál es la fórmula para que la relación funcione?

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El asunto es que la inteligencia financiera brilla por su ausencia en la mayoría de los planes educativos de los colegios y también en los hogares.

De hecho, en muchas casas ni siquiera se toca el tema del dinero porque es como una especie de tabú.

Así que crecemos sin saber muchas veces cómo adiministrar el dinero personal, ahora para hablar de recursos en pareja.

Asumimos entonces que toca aprender sobre el dinero de forma individual previamente a una relación de pareja o en su defecto, que durante la edificación de la relación, se puedan establecer acuerdos sobre el manejo del recurso financiero.

Sin embargo, cuando hablamos de relaciones tóxicas (que son entre el 50% y el 85% en Iberoamérica), la cosa se complica porque se trata de relaciones con dinámicas de dominación y sumisión, y donde comúnmente se usa el dinero como forma de manipulación y chantaje.

En esta entrada voy a referirme a las relaciones sanas y cómo pueden ser esos acuerdos en torno al dinero.

LAS CREENCIAS TIENEN MUCHO QUE VER

Hablar de la administración del recurso financiero en la relación de pareja sana, significa inicialmente poner sobre la mesa todas las creencias que cada uno de los dos tiene sobre el dinero.

Ojalá antes de iniciar una relación todos pudiéramos hacer un curso de inteligencia financiera y más allá, que tuviéramos la perspectiva espiritual del dinero, con las claridades sobre la materialización a partir de la vibración y la manera como se puede organizar el dinero.

Como vivimos en sociedades con lógicas basadas en el miedo y en la escasez, tenemos familias y sistemas educativos que nos inculcan un montón de ideas erróneas sobre el dinero. Por lo tanto nos corresponde soltar todas esas creencias y sanar patrones de conducta que sabotean la abundancia.

Algunas de las creencias sobre el dinero suelen ser: el dinero es un mal necesario. el dinero es dificil de tener, no hay dinero para tanta gente, si tengo dinero otros no tendrán, el dinero daña el corazón y corrompe. Todas ellas asociadas al dinero desde el ego, la ambición y la ansiedad por controlar.

Contrario a esas nociones, podemos entender el dinero como una forma de intercambio de valor.

O sea que el dinero simboliza el valor que le damos a algo. Por ejemplo, si queremos un kilo de limones, tendremos que pagar un valor en pesos, en dólares, en euros, en la moneda que sea. Esa es la representación de cuánto valen los limones. 

Así pues, el dinero es un medio para conseguir cosas que necesitamos o deseamos.

Cuando esas necesidades son genuinas y los deseos son del corazón, entonces el dinero se convierte en un medio sagrado para materializar desde el amor, en armonía con el universo, de modo que sumamos bienestar para nosotros y para todos a nuestro alrededor. 

En las relaciones sanas, esas claridades sobre el dinero son las que se organizan dentro de cada uno.

COMO ORDENAR EL DINERO EN PAREJA

Teniendo claro que el dinero es solo un medio y no un fin en si mismo y que fluye en la medida en que estemos conectados con él desde el amor y desde el alma, ¿entonces cómo podemos admministrarlo en pareja?

En una pareja sana, mi propuesta es que existan tres grupos de capitales para ser administrados: el de ella, el de él y el de ambos.

De esta manera cada uno tiene su generación de ingresos y su gestión del recurso financiero, mientras que se tiene también un fondo de recursos económicos para los dos en conjunto.

Cuánto es el fondo conjunto y dónde se pone ese dinero, serán decisiones que deban acordar entre los dos miembros de la pareja. Asi como también deberán saber cuándo y cómo se puede hacer uso de esos recursos conjuntos.

Conviene que los dos miembros de la pareja tengan en sus proyectos de vida individuales diversas fuentes de ingresos y que establezcan acuerdos para que cada uno tenga unas finanzas sanas.

Es fundamental que todo lo relativo al dinero del fondo conjunto se acuerde entre los dos, quizá con asesoría especializada y desinteresada. La idea es que ambos puedan conocer y construir el patrimonio de los dos con transparencia, confianza  y mucha inteligencia emocional.

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

Si provienes de una familia con poca inteligencia financiera, vale la pena que aprendas desde la dimensión práctica y desde la dimensión espiritual todo lo que puedas sobre el dinero.

Si quieres construir un patrimonio en pareja, lo ideal es que conserves un fondo individual y uno conjunto de los dos.

Recuerda que el dinero es un medio y no un fin, además que en una relación sana jamás el dinero puede ser usado para manipular ni chantajear, sino para crecer en bienestar para los dos y para todos alrededor de la pareja.