Lo que muchos ignoran sobre las formas de amar

Como no vinimos con un manual para amar ni cosa parecida, nos toca aprender sobre la marcha y sobre muchas cosas del amor que nos ayuden a construir relaciones extraordinarias de verdad. Una de ellas es que todos tenemos una forma particular de amar que nos caracteriza.

En este artículo les comparto tres perspectivas que nos ayudan a identificar la forma específica en que amamos. Estoy segura que será de gran utilidad para todos.

Las tres formas de amar que les voy a compartir hacen parte de los muchos hallazgos a los que llegamos en cada diagnóstico de relaciones que hago a mis consultantes.

Sin duda resultan de mucha utilidad pues cada uno de nosotros expresamos y asimilamos el amor de una manera diferente, a pesar de que, como ya sabemos, el amor como tal es universal. Sin embargo, cada uno, de acuerdo con su camino álmico, con sus seis tipos de memorias y con toda la experiencia que acumula, le pone su sello particular a la hora de expresar el amor a su pareja.

Cuando nos percatamos de cuál es esa forma de amar que hemos desarrollado, también nos damos cuenta de que hemos atraído a ciertas personas a nuestras vidas y no a otras. Esto sucede en muy buena parte porque las relaciones de pareja son por naturaleza complementarias, eso quiere decir por lo general nos encontramos con quien tiene una forma de amar que nos complementa y que suele ser diametralmente diferente a la nuestra.

Vemaos entonces las tres grandes pistas iniciales que puedes tener para identificar esas formas de amar:

1. Perspectiva neurolinguïstica

Esta perspectiva nos conduce a observar el amor como una forma de comunicarnos y de relacionarnos.

Esta perspectiva en mi opinión es apasionante y nos lleva a reconocer esa parte biológica que hay en cada uno de nosotros y que se pone en evidencia al relacionarnos en pareja.

Recogiendo todo lo que nos aportan las neurociencias y la programación neurolingúistica, lo que podemos decir es que cada ser humano aprende inconscientemente a relacionarse con todo lo que le rodea según comprenda mejor la información con la que se contacta. 

Es decir que cada uno de nosotros interpretamos, canalizamos y reaccionamos de forma diferente ante cada estímulo del mundo, conforme a lo que hayamos priorizado interiormente en nuestro cerebro referente a cada uno de los sentidos: vista, audición, tacto, gusto y olfato.

Miremos un poco cómo funcionan los sentidos en general. Cada sentido conecta con diferentes partes del cerebro y por ejemplo en el caso del olfato se activan varias partes, con lo cual nuestro cerebro recuerda por más tiempo los estímulos olfativos.

Con la visión ocurre algo especial en pareja y es que se sabe que la pupila se dilata o se contrae dependiendo de si hay atracción o no.

Por supuesto en una relación de pareja todos los sentidos tendrán su importancia. Lo que sucede es que cada uno de los miembros de la pareja tiene una especie de código personal inconsciente que le lleva a que se conecte más prontamente por un sentido que por otro.

Para que se entienda mejor de qué hablo, pondré un ejemplo. Si un hombre es muy visual y se encuentra con una mujer kinésico-auditiva, lo que puede pasar es que con el tiempo si ambos no reconocen estas diferencias, él posiblemente le demuestre el amor el día del cumpleaños con un lindo ramo de flores. Pero ella se puede quedar enojada porque él no la llamó a felicitarla, porque para ella escuchar es mas importante que ver. Él no logrará comprender cómo es que ella no se puso feliz con el ramo de flores, porque para él lo importante es que el detalle de amor se pueda ver.

¿Y tu ya tienes claro cuál es el sentido que más privilegias y cómo funciona en las diferentes situaciones en pareja?

2. Perspectiva álmica

Como ustedes saben, amo la astrología, es una herramienta valiosa que involucro en mi trabajo porque me arroja información crucial para que cada persona pueda reconocer tanto los aprendizajes que su alma le reclama en temas de amor, como el paquete de información que trae para relacionarse de alma a alma.

En este sentido, lo primero que una persona deberia mirar en su carta es su luna, que es la que aporta esa energía de nutrición que bañará la esencia que tiene la persona a la hora de expresar su amor para nutrir la relación.

Lo otro que hay que mirar en la carta natal es a venus que es la que nos muestra cómo se mueve el deseo en la persona y cómo será la más posible forma en que exprese su sensualidad dentro de la relación. 

Ahora bien, no es suficiente con mirar estos dos elementos, hay que mirar también cómo está toda la carta para contar esa historia que como alma trae la persona. O como dice Mauricio Puerta, cómo está ese libreto de la persona que la inclina a actuar y a expresar el amor de determinada manera.

Voy a poner un ejemplo para que se entienda, un hombre puede tener a la luna en cáncer y una mujer puede tener a la luna en marte. Para él muy posiblemente será muy importante estar pendiente de las necesidades emocionales de su pareja, quizá le encante hacerle de comer de vez en cuando y probablemente le fascine arroparse junto a ella en una cama bien tendida donde los dos duerman abrazados. Mientras que a ella, con la luna en marte, es posible que le encante una pareja que le deje ser libre porque tendrá dos palabras claves en la expresión de su amor: libertad e independencia. 

Así, cada quien tiene su propia luna y los aspectos de esa luna en la carta determinarán también una tendencia en las personas nutren la relación.

3. Perspectiva de polaridades

Esta perspectiva la encontramos anatómicamente en los dos hemisferios del cerebro. A nivel energético la podemos comprobar de varias formas, por ejemplo por la carta astral o también por elementos como la postura corporal, la forma en que nuestro cuerpo se manifiesta en las enfermedades o diagnósticos y la forma en que administramos las emociones. 

Las polaridades han sido motivo de estudio en la medicina alternativa y también fueron retomadas por autores de corriente Junguiana (de Carl Jung, el pscoanalista) a partir de lo que se llamó el "Anima" y el "Animus".

Desde esta perspectiva, cabe anotar que en cada ser humano se mueven todo el tiempo dos energías: la femenina y la masculina.

La forma en que inconscientemente adoptamos estas dos energías, la manera en que fluyen y si efectivamente están integradas o desarmonizadas, nos dirá la forma en que tanto ellas como ellos expresarán su forma de amar.

Por ejemplo, una mujer que tenga la energía femenina muy baja, se va a encontrar con un hombre que tiene la energía femenina alta. De esta manera a ella le va a llamar la atención posiblemente que él tenga una gran empatia. Mientras que a él es posible que inconscientemente le atraiga de ella que tiene una capacidad de toma de decisiones muy desarrollada. 

De manera que es fundamental saber cómo están esas dos energías y darnos cuenta de qué tipo de personas atraemos y que nos llama la atención tanto para enamorarnos como para nutrir posteriormente la relación.

Recomendaciones

Si deseas saber exactamente cómo expresas el amor desde estas tres perspectivas y además conocer mucho más de cómo te relacionas, te invito a que te hagas el diagnóstico relacional. Es una experiencia única que te aporta información valiosa y novedosa que no encontrarás en ninguna otra parte. 

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