10 lecciones que aprendí sobre el amor después de mi divorcio

¿Quieres aprender sobre relaciones? 

Sin desconocer que cada cual vive su proceso y que nadie aprende en cabeza ajena, quiero compartirte estas lecciones que con seguridad te darán claridad para tomar decisiones sobre tus relaciones con sabiduría.

Son las lecciones que han cambiado mi perspectiva del amor y las relaciones desde que me divorcié hace 14 años.

Lección #1:

Todas las relaciones son vehiculos para aprender a amar. Sin embargo esa claridad no la tuve durante varios años en el matrimonio. Aunque en el fondo de mi corazón sabía que la relación se habia estancado en un punto donde no había cómo cosechar algo lindo, tuve mucho miedo de divorciarme y por eso esquivé esa palabra "divorcio" por diez años. 
Recuerdo cuando finalmente tuve el papel del divorcio en mis manos, sentí tristeza y aún un poco de miedo, pero no fue el fin del mundo como creí en algún momento sino que el cierre de un ciclo de 20 años en mi vida.

Lección #2:

El duelo es un proceso que no ha de saltarse para sellar verdaderamente los aprendizajes y elevarnos a otro nivel en relaciones.

Hay que hacer un buen proceso de duelo de cualquier relación y más cuando se trata de un matrimonio de dos décadas. La mejor forma que encontré de hacer mi duelo fue con él (mi ex esposo) al lado. Siete años del divorcio, inicié un proceso profundo de reencontrarme a mi misma y de edificarme en mi amor propio. 

Lección #3:

Es mucho más valioso quedarnos con los aprendizajes de cada relación que seguir lamentándonos eternamente por haber pasado por experiencias dolorosas.

No tuve un mal matrimonio sino una relación que elegí sin conciencia (o al menos muy poca). Fue un camino de aprendizaje extremadamente traumático pero perfecto para mi porque estuvo acorde al nivel de conciencia de ese momento en que empecé. Me hago completamente responsable de haber recorrido el camino que recorrí.

Lección #4:

Tener un foco en mantener la vibración alta siempre será una buena idea.

Vencer mis miedos y procurar mi paz interior fueron mis consignas. Aunque al principio me ganaban la rabia y el dolor, paulatinamente los intercambié por gratitud, paciencia y amor incondicional.

Lección #5:

El amor se anida donde hay un ambiente adecuado asi que es importante alimentar el espíritu y el estado de ánimo positivo.

Cultivar el discernimiento, el desapego y conservar mi salud emocional fueron una especie de faro dentro de mi proceso y me ayudaron a construir una estructura interior que me permitió sanar las heridas y establecer una dinámica de respeto y cordialidad a pesar de las enormes diferencias.

Lección #6:

Cuando estamos en relaciones ordinarias por un largo tiempo no podemos evitar tener consecuencias a todo nivel.

Todas las áreas de mi vida se afectaron y creo que la que me hizo de campana de alerta final fue la salud. Cuando estás en una relación donde no hay amor, la energía se estanca como en un pozo y nada puede fluir adecuadamente.

Lección #7:

Elevarnos para prepararnos hacia otra forma de relacionarnos implica tomar las riendas de nuestra vida.

Tener un propósito de vida me sirvió para enfocar mi energía en sellar los aprendizajes y mirar hacia el futuro con fe y esperanza.

Lección #8:

Tanto si somos conscientes o si no lo somos, las relaciones que atraemos y construimos son el resultado de algo que está dentro de nosotros y nadie tiene por qué juzgarnos.

Mi relación y mi camino los elegí como sea que lo haya hecho y nadie tiene por qué opinar sobre lo que hice o dejé de hacer, ni siquiera mi hija a quien amo con todo mi corazón.

Lección #9:

Si queremos estar en una relación extraordinaria la próxima vez, tenemos que hacer un viaje a nuestro propio ser.

No se puede construir una nueva relación con nadie sin estar ordenados y sanos por dentro porque estando incompletos o con dolor, somos altamente vulnerables y perdemos la claridad.

Lección #10:

El tiempo que tome tu proceso es el tiempo que tu decidas y necesites, no hay estándares ni cronómetros.

Dar vuelta a la página por completo me tomó once años después de mi divorcio. Fue el tiempo que necesité dado el nivel extremo de haberme perdido a mi misma en el matrimonio. Cada cual se toma el tiempo que necesita. 

Comentarios finales:

Para referirme a mi proceso de terminación de la relación lo hago con la palabra divorcio o simplemente terminación de un ciclo, no uso la expresión separación porque el inconsciente es literal y lo marcaría con una ilusión nociva de que he quedado separada y necesito volver a unirme. En realidad una terminación bien hecha lo que hace es integrarnos por dentro.

Al final del día todo mi proceso en esa relación y luego en mi tiempo de terminar de juntar todas las piezas de mi propio ser, fueron experiencias que moldearon la mujer que soy hoy en día y que me aportaron para construir la relación completamente diferente que tengo hoy en día.

En mi caso aplica el refrán de "aplico lo que predico" porque para mi la coherencia es un asunto fundamental para fluir con la vida apropiadamente.

Si deseas saber cómo está tu potencial relacional y qué puedes hacer para cambiar bloqueos, autosabotajes o patrones de comportamiento en relaciones, me puedes contactar a Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. 

Estaré encantada de ayudarte!

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