El cambio planetario es un hecho. Todos sin excepción estamos moviéndonos hacia una forma de relacionarnos completamente diferente de la que hemos conocido hasta ahora.
Atrás quedarán las relaciones ordinarias que estuvimos acostumbrados a construir y muy pronto veremos cómo se materializan cotidianamente cada uno de los aspectos de las relaciones extraordinarias a nuestro alrededor.
¿Y tu estás preparado para este cambio?
Chequéalo con este artículo.
Por mucho tiempo tuvimos miedo de ir adentro de nosotros mismos y revisar quiénes somos en realidad, qué nos mueve, qué propósito traemos, qué nos motiva, qué queremos hacer en la vida y qué partes de nosotros son instintivas o conflictivas y por tanto hay que sanarlas, cuál es nuestra luz y cómo podemos brillar mejor sin tener que mirar a nadie más afuera para compararnos.
Sin hacer ese recorrido hacia dentro de nosotos nos íbamos por el mundo como unos perfectos desconocidos de nosotros mismos. Y desde ese lugar era imposible disfrutar del amor verdadero porque como dice A. Jodorowsky, "el amor es desaparecer y encontrar tu alma en el otro". Es decir, soltar las máscaras del ego y abrirnos desde las dos almas es un requisito para amar.
Preguntas para ti:
1. ¿Has hecho un viaje a las profundidades de tu alma?
2. ¿sabes quién eres, qué quieres y qué propósito tienes?
3. ¿Actúas en coherencia entre lo que sientes, lo que quieres, lo que hablas y lo que piensas?
4. ¿Has revisado los patrones de relaciones que has tenido tanto tu como tus ancestros?
5. ¿Las parejas que has tenido te muestran que siempre has estado atrayendo a un mismo tipo de persona o que has vivido los mismos conflictos de relaciones una y otra vez?
Muchas veces confundimos el amor con el enamoramiento o con la atracción. De ahí que nos metimos desde el inconsciente o desde el instinto en piloto automático.
Cuando nos enamorábamos hasta ahora lo que hacíamos era vaciar en el otro todas las expectativas de lo que queríamos que pasara y por eso idealízabamos a la pareja sin darnos cuenta.
Cuando nos sentíamos atraídos por otra persona comúnmente nos dejábamos llevar de nuestro deseo, no por nuestra conciencia o nuestra intuición. Así que cada vez nos resultó más sencillo terminar entre sábanas sin haber construido una relación, solo motivados por el impulso sexual.
En todo caso, en ese juego de la atracción, buscábamos agradar a la otra persona poniendo nuestra mejor cara o incluso manipulando para que todo se diera como nosotros queríamos que fuera.
Las relaciones extraordinarias parten de la libertad y eso significa que me hago responsable de mi mismo antes de idealizar al otro o de dejarme llevar por los institntos del momento.
Pasamos de poseer al otro a compartir con el otro en forma libre y por supuesto incondicional.
En este sentido las preguntas para ti son las siguientes:
1. ¿Las relaciones que has construido o la relación en la que estás, comenzó desde la completa libertad de estar por parte de los dos o existió algun tipo de condición explícita o implícita?
2. ¿Estás en una relación donde sientes que puedes ser tu mismo/misma?
3. ¿Estás soltero/soltera y sientes miedo al compromiso?
4. ¿Estás soltero y tienes miedo de estar solo/sola y por eso tienes afán de encontrar a alguien que sea tu pareja sin importar quién sea o que realmente te ame?
5. ¿Te has descubierto a ti misma/mismo proyectando en tu pareja algo de ti o idealizando o compensando lo que no tuviste con papá o mamá?
No te desanimes si tus respuestas te llevan a cuestionarte seriamente lo que has construido hasta ahora, simplemente aceptas esa realidad y comienzas ahora mismo a hacer tu plan de acción para cambiar.
Estar en una relación extraordinaria nos responsabiliza para que nos encarguemos cada uno en privado de sanar las heridas del pasado y de soltar los patrones de comportamiento como la idealización o la proyección.
Por supuesto que hacer esas dos tareas requiere un viaje al interior de nosotros mismos para conoceros en profundidad y sacar toda la luz que tenemos para aportar en la relación.
Toda relación extraordinaria nos eleva a los dos en todos los sentidos.
Un abrazo grande y que goces de la paz y la alegrúa de una relación extraordinaria primero contigo mismo y luego con tu pareja.
Patricia Benavides
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Si quieres que te acompañe en tu proceso, te invito a que me contactes para hacer el diagnóstico relacional y decirte qué rasgos inconscientes están detrás de cada uno de los aspectos en tu relación.
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